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Parece que por fin le hemos encontrado el talón de Aquiles a Justin Bieber. Millones de discos vendidos, decenas de premios a su carrera musical y aludes de fans que aparecen por allí donde pisa. Sin embargo, protagonizar portadas no es de las cosas que mejor sabe hacer el cantante adolescente.
A principios de año, la revista Vanity Fair dedicó su portada a Justin Bieber. El joven aparecía con una camisa blanca con la cara y el cuello lleno de marcas de besos marcados con pintalabios, mientras la mano de una mujer tiraba de su corbata hacia ella. Pese a lo divertida que era la escena fue un fracaso de ventas para la revista.
Esta edición vendió 250.000 ejemplares consiguiendo un récord en negativo. Fue el peor registro en ventas para Vanity Fair en los últimos doce años, unos números que la revista no se puede permitir. ¿A quién culpamos de este desastre? ¿A Justin Bieber? ¿A la revista?
En esta ocasión defenderé al cantante de Baby. Quizá el canadiense no fuese un reclamo para el público objetivo de la revista, teniendo en cuenta que las fans rondan la quincena y Vanity Fair está dirigida a un público más adulto. Las fans de Bieber no os preocupéis, seguro que vuelve a vender revistas cuando lo haga en un sitio adecuado.
OTRA VEZ QUEDA DEMOSTRADO QUE PARECE QUE LA TEMPRANO APARICIÓN DE ESTE PERSONAJE...LE ESTA PASANDO LA CUENTA !
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